Capítulo 49: Placeres prohibidos.

—Ah— Aura gimió sin poder evitarlo, su cuerpo ardía… ¿qué le estaba pasando?

Cedric alzó sus azules ojos a ella, la visión que tenía de Aura era perfecta, su húmedo y plano vientre se alargaba y podía apreciar el hundimiento de su pequeño ombligo, más arriba esos dos enormes y redondos senos que pa...

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