Capítulo 131: Eso es dramático.

Las calles de Viena estaban inquietantemente silenciosas mientras el equipo se dirigía al museo. El resplandor de las viejas farolas proyectaba largas sombras sobre los caminos de adoquines, aumentando la tensión que vibraba en el aire.

Los dedos de Seraphina se movían nerviosamente sobre su tablet...

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