Capítulo 30: La kriptonita de Sera

Los rayos dorados del sol de la mañana se filtraban cautelosamente a través de las pesadas cortinas del dormitorio del ático, proyectando un cálido resplandor sobre la cama donde Damon y Sera yacían dormidos. La cabeza de Sera descansaba sobre el pecho de Damon, su pierna enyesada estirada cuidadosa...

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