Capítulo 46: Te tengo, cariño.

La luz de la mañana temprana se filtraba a través de las cortinas translúcidas, proyectando suaves rayos dorados sobre el piso de madera pulida de la habitación de Sera. El leve zumbido del monitor cardíaco se había convertido en un ruido de fondo constante y silencioso, un recordatorio de que la vi...

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