Capítulo 84: Buena suerte, Seraphina. Lo necesitarás.

El penthouse estaba en silencio, salvo por el suave clic de los dedos de Seraphina contra su teclado. El resplandor de la pantalla iluminaba su expresión concentrada mientras corrían flujos de código por la pantalla. Estaba absorta, su mente navegando el laberinto de datos como un depredador acechan...

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