capitulo 48

Corro como puedo de nuevo a la casa, no quedan hombres y los pocos qué hay están vueltos mierda y no lucharán.

Entro a la sala y busco con la mirada a Roce, lo veo detrás de una columna con la mano en su abdomen, corro hasta él y cuando me ve ríe.

—¿Qué haces aquí?, sí que estás loca —dice haciend...

Inicia sesión y continúa leyendo