19

—Bueno, era una broma, pero...— me río, disipando cualquier incomodidad en él. —Yo también te quiero.

El hombre frente a mí relaja los hombros, soltando un suspiro que me hace cuestionar algunas cosas. ¿Pensó que diría otra cosa?

—Empezaste a distanciarte. Desde que te fuiste a Londres, es como si...

Inicia sesión y continúa leyendo