Capítulo 187: El peso de las viejas promesas

El huerto no esperó a que decidieran qué hacer a continuación. A media mañana, el sol había disipado la niebla, dejando al descubierto las hileras de árboles con su fruta menguante, la tierra húmeda y reluciente debajo. Isla estaba de pie con las mangas arremangadas, una cesta colgada del brazo, aun...

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