De vuelta a tu cabeza

Las palabras aterrizan justo en el centro de mi pecho, robándome el aliento. Casi sonrío. Casi.

Dios. ¿Por qué tiene que decirlo así? Con tanta pasión y autoridad. Tan directo. Tan seguro. Como si fuera solo un hecho y no la cosa que he estado muriendo por escuchar desde la última vez que lo dijo m...

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