Gente como tú

Por un segundo incómodo, no tengo una respuesta.

Miro un punto en el escritorio de Hunter que es seguro, vacío y sin vida—cualquier cosa para evitar la sonrisa en sus ojos. En el silencio, mi cerebro repasa la conversación que tuve con Knox el viernes pasado.

Recuerdo haberlo desafiado. Acusándolo d...

Inicia sesión y continúa leyendo