Cuerpo cálido

El silencio después de las palabras de mi madre se prolonga un poco demasiado.

Mis pies no se mueven.

Tampoco mis labios.

Me quedo allí con las manos sueltas a los lados y los ojos fijos en los de ella. Puedo sentir a todos los demás moviéndose ligeramente, cambiando de posición, respirando, pero...

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