El negocio de mi padre

Por algún milagro, llego al fin de semana sin empezar una pelea en toda regla con Knox.

Lo raro es que ni siquiera estoy seguro de por qué estoy enojado.

No es culpa de Knox que un tipo exmilitar con el que solía ser amigo se volviera completamente loco y nos arrastrara a su venganza. Todo el asun...

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