Desayuno

Victoria pone los ojos en blanco y se acerca a su esposo. Lo besa suavemente en la mejilla.

—Por supuesto que pueden, tonto.

—No lo creo —dice él—. Si alguien entra en esta casa y dice que es tu mejor amigo, lo mataré.

Victoria echa la cabeza hacia atrás y se ríe.

—Eres un cavernícola, Julian. L...

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