Mi buena chica

Ella se levanta.

Sonrío mientras alcanzo la parte trasera de su cuello y la atraigo hacia mí. En el segundo en que nuestras bocas se encuentran, es una maldita detonación.

Mis labios se mueven sobre los suyos con lenta intención, y luego la estoy devorando—mordiendo, saboreando, poseyendo. Su boca...

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