14

—¿Te pago para que hables, Viscardi? —cuestiona rudo, involucrándome en algo que no es cierto, sí, he cruzado unas palabras con su amiguito, pero también realicé mi trabajo y antes de las cinco.

—Oye, Silvain, ella... —se levanta Gaspard y se aproxima a ambos.

—No te metas, Lebrun, es mi empleada....

Inicia sesión y continúa leyendo