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El Ecograma

—Me vine a casa, Ambra. Estoy exhausta, y debo prepararme para el viaje el viernes.

—Te entiendo, puede ser otro día. Y no olvides que si necesitas hablar de algo que te esté poniendo mal, puedo ser tu confidente.

—Sí, lo agradezco. Pasa una linda noche.

—Igual, nos vemos mañana.

Dej...

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