Capítulo 30 Emboscada

Nora respiró hondo, intentando que el aire frío del almacén calmara el torbellino que se agitaba en su pecho. La reunión avanzaba con frases cortas, miradas calculadas y silencios más pesados que las palabras. Alexander mantenía la calma, la misma calma que solo tienen los hombres acostumbrados a ca...

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