Capítulo 37

La villa Gabini amaneció cubierta por un silencio expectante. Afuera, los jardines mantenían su habitual perfección, pero dentro, en los pasillos, la tensión se podía cortar con un cuchillo.

Alexander caminaba hacia su despacho con paso firme, acompañado de Gerad, Víctor y Logan. Sus hombres lo ...

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