41. MÁS QUE AMIGOS

LAYLA || ENTONCES

El aire nocturno era fresco y nítido. La luna creciente se colgaba alta en el cielo negro como la tinta, proyectando un resplandor plateado sobre la ciudad de Ylumia.

Leon aceleró el motor de su elegante motocicleta, el sonido de un gruñido bajo que resonaba por las calles tra...

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