47. CUMPLEAÑERA

ENTONCES

—¿Por qué? —Eso fue todo lo que Layla pudo preguntar a su madre.

Emma no parecía molesta por el hecho de que su hija acabara de enterarse de su secreto. Más bien, parecía aburrida. Cuando no respondió, Layla bloqueó su camino.

—¿Por qué, mamá? —preguntó Layla, su voz más gruesa y fue...

Inicia sesión y continúa leyendo