83. PIZZA DESPUÉS DEL SEXO

ENTONCES

Él es grande; más grande de lo que ella había imaginado y sentido.

—Eso no va a caber— murmuró Layla, mirando hacia abajo donde sus cuerpos se encuentran.

Maldita sea, esta chica no se acobarda ante nada. Decidió que lo quería, y ni una sola vez apartó la mirada. A Leon le gustaba eso ...

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