CAPÍTULO 32

ARIA

Regresé lentamente.

Primero, hubo sonidos—suaves y extraños. Hojas moviéndose. Pájaros llamando con voces que no reconocía.

Luego el dolor. Un latido profundo y arrastrado en mi costado hacía difícil respirar.

Abrí los ojos, pero el mundo se balanceaba, negándose a asentarse. Todo se se...

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