CAPÍTULO 33

ARIA

Finalmente logré soltarme de debajo de él, mis extremidades temblaban, mi respiración era entrecortada. Él no me detuvo. No se movió en absoluto.

—Lean— susurré, apartando el cabello húmedo de su frente. Su piel estaba pálida ahora—demasiado pálida—y fría por el sudor.

Mi corazón latía c...

Inicia sesión y continúa leyendo