CAPÍTULO 37

El autobús retumbaba bajo nosotros, un zumbido bajo y constante que vibraba a través de los asientos y se metía en mis huesos.

Fuera de la ventana empañada, el paisaje se desdibujaba—campos convirtiéndose en ladrillos, árboles adelgazándose en postes de teléfono y farolas.

Nos acercábamos a la ciu...

Inicia sesión y continúa leyendo