CAPÍTULO 80

ARIA

Sus labios ya habían reclamado cada parte de mí una vez, ya me habían dejado temblando y deshecha bajo la fuerza de su deseo.

Debería haber estado exhausta, satisfecha, acurrucada contra él en el resplandor posterior.

Pero él no había terminado.

Ni siquiera cerca.

Su boca encontró la m...

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