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Los ojos de Noah brillaron mientras levantaba su pequeño dedo. —Promesa con el meñique, mami… te lo diré pronto.

Red enganchó su meñique alrededor del suyo, sellando el trato con un apretón juguetón. —Está bien, señor guardián de secretos.

Presionó un beso en su frente, permaneciendo un segundo co...

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