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Las manos de Brittany temblaban alrededor del cañón humeante del arma, con los ojos desorbitados.

Detrás de ella, una oleada de policías irrumpió, armas en alto, gritando órdenes. La rodearon al instante, forzando el arma de su agarre, esposando sus muñecas mientras ella gritaba.

Pero a Red no le ...

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