59

Nico volvió a la sala, sus ojos oscuros.

Red levantó la vista, agarrándose al borde del sofá.

—¿Estás bien? —preguntó, con voz suave y cuidadosa.

Él no respondió. No de inmediato.

En su lugar, se dirigió hacia ella—con los ojos fijos en los suyos. Antes de que pudiera parpadear, sus manos agarra...

Inicia sesión y continúa leyendo