Capítulo 136

La sangre fluía mucho más rápido de lo que esperaba.

Para cuando llegué al pasillo central, ya se había deslizado por mi mandíbula, goteando de mi barbilla al suelo de concreto detrás de mí.

Un maldito rastro de migas de pan para cualquiera que quisiera seguirme.

Pero no me detuve.

No disminuí l...

Inicia sesión y continúa leyendo