Una historia de amor de verano que aún quema

Floirana salió del hospital con paso ligero, como si temiera que alguien pudiera detenerla y preguntar a dónde iba.

A pocos metros, estaba estacionado el automóvil de John McCartney aguardando por ella. Cuando intentó bajarse para abrirle la puerta, ella lo detuvo levantando su mano con un gesto fir...

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