Inesperada confesión

Apenas cruzó la sala, sonó el timbre, miró su reloj, debía ser la niñera.

Al abrir la puerta, se encontró con Samuel quien había recibido el mensaje de Harris para que fuera por él a primera hora.

—Buenos días, Lucía. Vine por Harris.

—Hola Samuel, puedes entrar. Está en la habitación. —dijo señalan...

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