
Esposa sustituta
Lala-Sula · En curso · 195.1k Palabras
Introducción
— Exactamente. Ella solo será una esposa sustituta que tendrá que darle el lugar a mi hija cuando vuelva. Porque le aseguro que ella va a volver. — dice mi padre empujándolo hacia él y Harding, me toma de la barbilla con fuerza, haciendo que me queje.
— ¿Ella vale la pena? Aunque sea sustituta, ¿esta a mi altura? ¿A la altura de la señora Lennox aunque sea por un día?
— Es virgen, señor. Puede tomarla como compensación — dice mi madre desesperada y algo en mi interior, duele.
Me están vendiendo como un objeto. Al final, eso soy para ellos.
— ¿Tienes algo que decir, suplente de Marisa? — pregunta apretando su agarre al punto de hacerme llorar.
— No, señor.
— Bien — dice saltándome, para después mirar a mis padres — la espero en el altar en diez minutos y que se vea a la altura. Por muy sustituta que sea, debe verse bien a mi lado — dice
— Sí, señor.
— Interpreta tu mejor papel, sustituta o tu familia lo pagará.
— S-sí, señor. Haré mi mejor esfuerzo — murmuro en un hilo de voz, mientras lo veo marcharse.
¿Ese es el hombre que amas? Sí y lo peor es que no puedo dejar de amarlo. Sin duda, soy muy patética. Mi vida, es patética y más porque aún con su maltrato, soy feliz de ser su esposa. La esposa sustituta de Harding Lennox, mi único amor.
Capítulo 1
Sonrió con amargura, mientras todos observan la escena sorprendidos, porque el gran Harding Lennox, se encuentra arrodillado frente a mí hermana Marisa, sosteniendo un anillo que podría valer más que mi vida.
Todos, escuchamos las palabras más dulces de un hombre tan frío, que incluso, me hace sentir que estoy soñando. Pero no es así. El gran Harding, el magnate de los negocios y el hombre que tanto he amado, está proponiéndole matrimonio a mi hermana.
— ¿Aceptas casarte conmigo, mi querida, Marisa? — pregunta Harding y mi hermana, primero observa el anillo, mirándolo con desagrado.
— ¿Así es de grande tu amor que me estas proponiendo matrimonio con esta baratija? — pregunta mi hermana y yo casi escupo mi champaña por ello.
¿Una baratija? ¡Ese anillo es la última entrega del gran joyero Breston Pardson! ¡Ese anillo que considera una baratija, es el anillo más costoso y hermoso de su colección, la cual supera el precio de los cincuenta billones de euros!
¿Cómo puede decir que es una baratija si ni teniendo mucho dinero, podrías comprarlo porque solo hay uno hecho a mano del gran joyero que coloco en el mismo, cristales de diamantes, esmeraldas y rubíes, para hacerlo tan majestuoso?
Dios, Pardson debe estar llorando en su taller, por ser su obra maestra despreciada. — me digo mentalmente.
— Lamento mucho ser tan desatento, querida. Tienes razón, esta baratija no está a tu altura. Por lo que, prometo darte el anillo que más te guste. Sin embargo, ¿podrías responderme si deseas ser mi esposa? — pregunta Harding mostrando la sumisión que solo muestra con Marisa.
— Esta bien. Acepto ser tu esposa — dice con poco interés, mientras Harding sonríe complacido.
Ver la escena, me produce malestar. Pero, debo quedarme. Sobretodo porque estamos frente al gran Harding que no aceptaría que alguien de los presentes haga un comentario al respecto o se atreva a ofenderlo marchándose.
La pareja, que estoy segura, no duraría mucho de casados, se besa de una forma tan simple, que demuestra cuan afectuosos serán en el futuro. Cuando llegan a nuestra mesa, mis padres abrazan a su hija y felicitan a su bien más preciado; su yerno.
Después, llega mi turno donde felicito a mi futuro cuñado y el hombre del que estoy enamorada. Buscando mis actitudes de actriz, le sonrío y muestro que estoy feliz por su compromiso, estrechando su mano, mientras él dolor me invade.
Esta bien. De todas maneras, estabas destinada a no ser su esposa — murmuro mentalmente.
— Felicidades, señor Lennox — le felicito.
— Gracias — dice, para después ignorarme como siempre lo hace.
Cuando llego hasta donde esta mi hermana, su mirada altiva me da una clara señal de cuanto le encanta ser el centro de atención aunque no ame a su ahora prometido.
— Felicidades, hermana.
— ¿Viste como me lo propuso? — pregunta con fingida emoción, mientras mi corazón duele.
— Sí, felicidades.
— ¿Me acompañas al baño? — pregunta y yo asiento.
Cuando estamos por irnos, su prometido la toma del brazo y ella le dice que va a hacer.
— No te demores o iré a buscarte — dice y ella sonríe para después, darle un beso que lo doblega.
— No tardaré, cariño — dice para después marcharse.
Con fingido cariño, me toma del brazo y se marcha conmigo, como si fuéramos íntimas amigas o hermanas que se aman. Sin embargo, apenas entramos al baño, me suelta con brusquedad y me muestra la verdadera Marisa que ama despreciarme.
— ¿Qué se siente que tu hermana se case con quien amas? — pregunta sonriente y yo trago duro.
— Era mi amor de adolescencia. Ya lo supere. — le informo y ella bufa incrédula.
— En tu cara se nota que aún lo amas. Así que, hermana, puedo ser buena contigo y cuando quiera intimar conmigo, puedo planear todo para que lo hagas con él en mi nombre. — dice mi hermana y yo la observó confundida.
— ¿Qué dices?
— El tonto de Harding cree que soy virgen y es mi virginidad la que sacó a flote la empresa de mi padre. Por lo que, debo entregarle esa virginidad por la que pagó mucho. Sin embargo, hay un problema…
— No eres virgen — murmuro y ella sonríe asintiendo.
— Exactamente. Ya eso de ser virgen hasta el matrimonio, no se usa. Pero, él es un poco antiguo en eso. Por lo que, debo darle una virginidad.
— ¿Y por qué debo darle la mía?
— Porque lo amas. Así, tú cumples tu sueño de tenerlo y yo ignoro que cumpliste ese sueño. — dice sonriente mientras se arregla el cabello.
— ¿Cómo es posible que no te moleste casarte con alguien que no amas? — pregunto sorprendida.
— Si vieras sus cuentas bancarias, te abrirías de pierna por algo más que solo cumplir tu sueño, hermana. Así que, no me culpes por ser ambiciosa, cuando fue eso lo que no nos dejó ir a la bancarrota.
— ¿Realmente vas a casarte? — pregunto al saber que ella tiene encuentros casuales con un chico.
Alguien toca a la puerta y ella dice adelante, apareciendo al segundo siguiente el hombre con la que la he visto salir. El chico, ya un uniforme de mesero y yo suspiro profundo al ver como los dos se miran con tanto deseo, que podría decir que están ansiosos por devorarse cual animal en celo.
— Debes estar bromeando.
— Sal a vigilar la puerta. Necesito liberar mi frustración por tener en mi mano, un anillo tan barato. — dice mi hermana y yo intento fingir que no es lo que yo creo que es, sin embargo, antes de salir, mi hermana, ya se ha lanzado a los brazos del chico, besándolo con tanta intensidad, que podría decir que lo ha dejado sin labios.
Niego al saber que no puedo hacer algo al respecto. Después de todo, ella es la hija legítima de mi familia, a la que yo debo cubrir y proteger de todo. Por lo que, si debo cuidar la puerta, mientras ella tiene sexo con el mesero, minutos después de comprometerse, debo hacerlo.
Cabizbaja, me quedo en la puerta, mientras recuerdo todas las veces que he tenido que cubrir sus travesuras y siendo mi hermana la culpable, era yo quien era golpeada por no enseñar bien las cosas a mi hermana.
Sabiendo que no puedo fallar en el cuidado, miro a todos lados cada cierto tiempo, hasta que aparece mi cuñado con una mirada fría.
Hay no, ¿por que tan rápido? — me pregunto mentalmente
— Marisa, date prisa, ya viene tu prometido. — murmuro.
— Distráelo — dice Marisa y al poco tiempo, llega Harding hasta donde estoy.
— ¿Qué pasa con Marisa? ¿Por qué se demora tanto en el baño? — pregunta Harding y yo trago duro.
— Ella… se siente mal y me ha pedido que la deje sola mientras se recupera un poco — digo y él hombre que miraba con dulzura a mi hermana, me observa con una mirada fría que bien podría congelarme por completo.
— Revisaré. — dice caminando hacia la puerta del baño.
— ¿Cree que le miento? — pregunto interponiéndome en su camino.
— Marley…
— Me llamo Miley
— Como sea. No me estés molestando. Intento ser amable porque eres la hermana de mi prometida, pero, no toleraré que te interpongan en mi camino, ¿lo entiendes?
— Señor, yo…
— Quítate. Necesito confirmar que esta bien o si debo llamar una ambulancia.
— Señor, no es necesario.
— Si se siente mal, aunque llame al mejor doctor del mundo por un resfriado, es necesario. Así que, si algo le cayó mal, debo ver si necesita que llame una ambulancia y el que estés en el medio, impide que lo haga. Así que, aléjate o tendré que ser rudo contigo. — me advierte, mientras mi corazón duela.
¿Por qué a mí no me puede tratar como lo hace con mi hermana? ¿Por qué es ella la que merece su amor y yo no? ¿Por qué siempre soy la maltratada, mientras ella recibe lo mejor? ¿Qué mal habré hecho?
Durante mucho tiempo, he estado preguntándome si realmente merezco todos estos tratos por estar en la familia de alguien que no me pertenece. Pero, yo no escogí quedarme sin mis padres biológicos y que quienes decidieron adoptarme, fueran así. Entonces, si no he sido yo la que he decidido, ¿por qué soy la única que sufre?
— No te mortifiques más, Miley. Por más que te preguntes que has hecho mal para merecer todo esto o que puedes hacer para cambiarlo, nada va a solucionar el problema que tienes.
Porque tú no eres el problema, el problema son ellos que no te quieren. Tú no eres la culpable. Son ellos que no saben apreciarte y tú no tienes el valor o la fuerza para marcharte. Que tonta eres, Miley. Tan tonta para amar a personas que no te aman.
Acostada en mi pequeña habitación, me hago las mismas preguntas sin respuestas hasta que mis ojos, lentamente se cierran, recordando que por muy pesado que sea, el día ha llegado a su fin.
Mañana será un nuevo día. Espero que sea mejor que este o podría morir de tanto estrés y dificultades que solo mi familia me hace pasar. Bueno, y Harding. El hombre que amo y evidentemente no le intereso.
Últimos capítulos
#126 Capítulo 126 Capítulo 126: Lograr ser feliz
Última actualización: 12/17/2025#125 Capítulo 125 Capítulo 125: Intentarlo en serio
Última actualización: 12/17/2025#124 Capítulo 124 Capítulo 124: Decidir
Última actualización: 12/17/2025#123 Capítulo 123 Capítulo 123: Sentirme atacada
Última actualización: 12/17/2025#122 Capítulo 122 Capítulo 122: Todo bien
Última actualización: 12/17/2025#121 Capítulo 121 Capítulo 121: Marcharse
Última actualización: 12/17/2025#120 Capítulo 120 Capítulo 120: Desahogarse
Última actualización: 12/17/2025#119 Capítulo 119 Capítulo 119: Más inconvenientes
Última actualización: 12/17/2025#118 Capítulo 118 Capítulo 118: Una mala noticia
Última actualización: 12/17/2025#117 Capítulo 117 Capítulo 117: Seguir adelante
Última actualización: 12/17/2025
Te podría gustar 😍
Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano
—Vas a tomar cada pulgada de mí. —Susurró mientras empujaba hacia arriba.
—Joder, te sientes tan jodidamente bien. ¿Es esto lo que querías, mi polla dentro de ti? —Preguntó, sabiendo que lo había estado tentando desde el principio.
—S..sí —jadeé.
Brianna Fletcher había estado huyendo de hombres peligrosos toda su vida, pero cuando tuvo la oportunidad de quedarse con su hermano mayor después de graduarse, allí conoció al más peligroso de todos. El mejor amigo de su hermano, un Don de la mafia. Él irradiaba peligro, pero ella no podía mantenerse alejada.
Él sabe que la hermanita de su mejor amigo está fuera de límites y, sin embargo, no podía dejar de pensar en ella.
¿Podrán romper todas las reglas y encontrar consuelo en los brazos del otro?
Mi Luna Marcada
—Sí.
Exhala, levanta su mano y la baja para abofetear mi trasero desnudo de nuevo... más fuerte que antes. Gimo por el impacto. Duele, pero es tan excitante y sexy.
—¿Lo harás de nuevo?
—No.
—¿No, qué?
—No, Señor.
—Buena chica —acerca sus labios para besar mi trasero mientras lo acaricia suavemente—.
—Ahora, voy a follarte —me sienta en su regazo en una posición de monta. Nos miramos a los ojos. Sus largos dedos encuentran el camino hacia mi entrada e insertan sus dedos.
—Estás empapada por mí, nena —dice complacido. Mueve sus dedos dentro y fuera, haciéndome gemir de placer.
—Hmm —pero de repente, se van. Lloro mientras deja mi cuerpo ansiando por él. Cambia nuestra posición en un segundo, así que estoy debajo de él. Mi respiración es superficial y mis sentidos incoherentes mientras anticipo su dureza en mí. La sensación es fantástica.
—Por favor —suplico. Lo quiero. Lo necesito tanto.
—Entonces, ¿cómo te gustaría venirte, nena? —susurra.
¡Oh, diosa!
La vida de Apphia es dura, desde ser maltratada por los miembros de su manada hasta que su compañero la rechaza brutalmente. Está sola. Golpeada en una noche difícil, conoce a su segunda oportunidad de compañero, el poderoso y peligroso Alfa Lycan, y vaya que le espera la aventura de su vida. Sin embargo, todo se complica cuando descubre que no es una loba común. Atormentada por la amenaza a su vida, Apphia no tiene otra opción que enfrentar sus miedos. ¿Podrá Apphia derrotar la iniquidad que amenaza su vida y finalmente ser feliz con su compañero? Sigue para más.
Advertencia: Contenido maduro.
De Mejor Amigo a Prometido
Una semana de boda en New Hope. Una mansión llena de invitados. Y una dama de honor muy resentida.
Para sobrevivir, Savannah lleva una cita —su encantador y pulcro mejor amigo, Roman Blackwood. El único hombre que siempre la ha apoyado. Le debe un favor, y fingir ser su prometido? Fácil.
Hasta que los besos falsos empiezan a sentirse reales.
Ahora Savannah está dividida entre mantener la farsa… o arriesgarlo todo por el único hombre del que nunca debió enamorarse.
El Deseo Prohibido del Rey Licántropo
Esas palabras salieron cruelmente de la lengua de mi destinado—MI COMPAÑERO.
Él robó mi inocencia, me rechazó, me apuñaló y ordenó que me mataran en nuestra noche de bodas. Perdí a mi loba, dejada en un reino cruel para soportar el dolor sola...
Pero mi vida dio un giro esa noche—un giro que me arrastró al peor infierno posible.
Un momento, era la heredera de mi manada, y al siguiente—era una esclava del despiadado Rey Lycan, que estaba al borde de perder la cordura...
Frío.
Mortal.
Implacable.
Su presencia era el infierno mismo.
Su nombre un susurro de terror.
Juró que yo era suya, deseada por su bestia; para satisfacerlo incluso si me rompe
Ahora, atrapada en su mundo dominante, debo sobrevivir a las oscuras garras del Rey que me tenía bajo su control.
Sin embargo, dentro de esta oscura realidad, yace un destino primitivo....
Yo y Mi Esposo Multimillonario
Después de lidiar con hombres indignos y mujeres despreciables, Aurora está lista para vivir su vida libremente y sin disculpas. Pero el distante y misterioso Heath se acerca con una pregunta que lo cambia todo:
—¿Cuándo nos casamos?
Dura en Disfraz
—Jade, necesito revisar tu—comenzó la enfermera.
—¡FUERA!—gruñí con tanta fuerza que ambas mujeres retrocedieron hacia la puerta.
Una vez temida por la Organización Sombra que me drogó para replicar mis habilidades en una versión más controlable, había escapado de mis ataduras y detonado toda su instalación, lista para morir junto a mis captores.
En cambio, desperté en la enfermería de una escuela con mujeres discutiendo a mi alrededor, sus voces perforando mi cráneo. Mi estallido las congeló de shock—claramente no esperaban tal reacción. Una mujer amenazó mientras se iba—Discutiremos esta actitud cuando llegues a casa.
La amarga verdad es que he renacido en el cuerpo de una chica de secundaria con sobrepeso, débil y supuestamente tonta. Su vida está llena de acosadores y verdugos que han hecho su existencia miserable.
Pero no tienen idea de con quién están tratando ahora.
No sobreviví como la asesina más letal del mundo permitiendo que alguien me pisoteara. Y ciertamente no voy a empezar ahora.
La Cachorra del Príncipe Licántropo
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.
—
Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.
Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.
Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.
Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Perfecto bastardo
—Dime que no te acostaste con él, maldita sea —exigió entre dientes apretados.
—¡Vete al diablo, hijo de puta! —le respondí, intentando liberarme.
—¡Dilo! —gruñó, usando una mano para sujetar mi barbilla.
—¿Crees que soy una zorra?
—¿Entonces es un no?
—¡Vete al infierno!
—Bien. Eso es todo lo que necesitaba escuchar —dijo, levantando mi top negro con una mano, exponiendo mis pechos y enviando una oleada de adrenalina a través de mi cuerpo.
—¿Qué demonios estás haciendo? —jadeé mientras él miraba mis pechos con una sonrisa satisfecha.
Pasó un dedo sobre una de las marcas que había dejado justo debajo de uno de mis pezones.
¿El bastardo estaba admirando las marcas que me había dejado?
—Envuélveme con tus piernas —ordenó.
Se inclinó lo suficiente como para tomar mi pecho en su boca, chupando con fuerza un pezón. Me mordí el labio inferior para ahogar un gemido mientras él mordía, haciéndome arquear el pecho hacia él.
—Voy a soltar tus manos; no te atrevas a intentar detenerme.
Bastardo, arrogante y completamente irresistible, el tipo exacto de hombre con el que Ellie juró que nunca volvería a involucrarse. Pero cuando el hermano de su amiga regresa a la ciudad, se encuentra peligrosamente cerca de sucumbir a sus deseos más salvajes.
Ella es irritante, inteligente, sexy, completamente loca, y también está volviendo loco a Ethan Morgan.
Lo que comenzó como un simple juego ahora lo atormenta. No puede sacarla de su cabeza, pero nunca permitirá que nadie entre en su corazón de nuevo.
Incluso cuando ambos luchan con todas sus fuerzas contra esta ardiente atracción, ¿podrán resistirse?
Placeres culposos
¿Todo ha sido un error? ¿O quizás solo parte del destino? La ida por un vaso de agua, resultó en el inicio de un deseo culposo con consecuencias irreversibles.
Soy Erika Martín de 21 años, soy una latina, proveniente de Venezuela, me mudé de mi país buscando el sueño Americano ante una oportunidad de empleo como servicio doméstico en la mansión uzcategui, sin saber que mi destino cambiaría por completo, al conocer a Alejandro Uzcategui, el heredero y magnate de negocios más prestigioso dela ciudad, con una ciudad tan grande y él puso sus ojos en mi, su humilde y tímida empleada, que no sabe decirle que no, todo con él era perfecto, pero él tiene dos grandes defectos, es casado y jodidamente posesivo, me llama bomboncito y me reclama como suya. Estoy locamente enamorada de él y temo por la repercusiones de lo que vendrá, ya que se que no me dejará escapar, menos cuando sepa mi gran secreto.
Accardi
—Te costará algo —susurró antes de tirar de su lóbulo con los dientes.
Sus rodillas temblaron y, si no fuera por su agarre en su cadera, habría caído. Él empujó su rodilla entre sus muslos como un soporte secundario en caso de que decidiera necesitar sus manos en otro lugar.
—¿Qué quieres? —preguntó ella.
Sus labios rozaron su cuello y ella gimió mientras el placer que sus labios provocaban se hundía entre sus piernas.
—Tu nombre —exhaló él—. Tu verdadero nombre.
—¿Por qué es importante? —preguntó ella, revelando por primera vez que su corazonada era correcta.
Él se rió contra su clavícula.
—Para saber qué nombre gritar cuando vuelva a entrar en ti.
Genevieve pierde una apuesta que no puede pagar. Como compromiso, acepta convencer a cualquier hombre que su oponente elija para que se vaya a casa con ella esa noche. Lo que no se da cuenta cuando el amigo de su hermana señala al hombre taciturno sentado solo en el bar, es que ese hombre no se conformará con solo una noche con ella. No, Matteo Accardi, Don de una de las pandillas más grandes de la ciudad de Nueva York, no hace encuentros de una sola noche. No con ella, de todos modos.
Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario
Técnicamente, Rhys Granger era mi prometido ahora—millonario, increíblemente atractivo y un sueño húmedo de Wall Street. Mis padres me empujaron hacia el compromiso después de que Catherine desapareciera, y honestamente? No me importó. Había estado enamorada de Rhys durante años. Esta era mi oportunidad, ¿verdad? ¿Mi turno de ser la elegida?
Error.
Una noche, me abofeteó. Por una taza. Una estúpida, rota y fea taza que mi hermana le dio hace años. Fue entonces cuando me di cuenta—él no me amaba. Ni siquiera me veía. Solo era un reemplazo cálido para la mujer que realmente quería. Y aparentemente, ni siquiera valía tanto como una taza de café glorificada.
Así que lo abofeteé de vuelta, lo dejé y me preparé para el desastre—mis padres perdiendo la cabeza, Rhys teniendo una rabieta de millonario, su aterradora familia planeando mi prematura desaparición.
Obviamente, necesitaba alcohol. Mucho alcohol.
Entra él.
Alto, peligroso, injustamente atractivo. El tipo de hombre que te hace querer pecar solo por existir. Lo había conocido solo una vez antes, y esa noche, él simplemente estaba en el mismo bar que mi yo borracha y compadeciéndose de sí misma. Así que hice lo único lógico: lo arrastré a una habitación de hotel y le arranqué la ropa.
Fue imprudente. Fue estúpido. Fue completamente desaconsejado.
Pero también fue: El. Mejor. Sexo. De. Mi. Vida.
Y, como resultó, la mejor decisión que había tomado.
Porque mi aventura de una noche no es solo un tipo cualquiera. Es más rico que Rhys, más poderoso que toda mi familia, y definitivamente más peligroso de lo que debería estar jugando.
Y ahora, él no me va a dejar ir.
La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas
¿Qué? No—espera… oh Diosa Luna, no.
Por favor, dime que estás bromeando, Lex.
Pero no lo está. Puedo sentir su emoción burbujeando bajo mi piel, mientras que todo lo que siento es pavor.
Doblamos la esquina y el aroma me golpea como un puñetazo en el pecho—canela y algo increíblemente cálido. Mis ojos recorren la habitación hasta que se posan en él. Alto. Imponente. Hermoso.
Y luego, tan rápido como… me ve.
Su expresión se tuerce.
—Joder, no.
Se da vuelta—y corre.
Mi compañero me ve y corre.
Bonnie ha pasado toda su vida siendo destruida y abusada por las personas más cercanas a ella, incluida su propia hermana gemela. Junto a su mejor amiga Lilly, que también vive una vida de infierno, planean escapar mientras asisten al baile más grande del año que está siendo organizado por otra manada, solo que las cosas no salen como planeaban, dejando a ambas chicas sintiéndose perdidas e inseguras sobre su futuro.
El Alfa Nicholas tiene 28 años, sin compañera, y no tiene planes de cambiar eso. Este año le toca organizar el Baile Anual de la Luna Azul y lo último que espera es encontrar a su compañera. Lo que espera aún menos es que su compañera sea 10 años menor que él y cómo su cuerpo reacciona ante ella. Mientras intenta negarse a reconocer que ha encontrado a su compañera, su mundo se pone patas arriba después de que los guardias atrapan a dos lobas corriendo por sus tierras.
Una vez que las traen ante él, se encuentra nuevamente frente a su compañera y descubre que ella esconde secretos que lo harán querer matar a más de una persona.
¿Podrá superar sus sentimientos hacia tener una compañera y una que es tan joven? ¿Su compañera lo querrá después de sentir el dolor de su rechazo no oficial? ¿Podrán ambos trabajar en dejar atrás el pasado y avanzar juntos o tendrá el destino otros planes y los mantendrá separados?












