El jardín del engaño. Capítulo 29. El reflejo de la mentira.

Samir

El cuarto de seguridad olía a polvo caliente y plástico. Los ventiladores del servidor zumbaban como un enjambre metido en una caja, y el resplandor azul de los monitores teñía todo de una quietud eléctrica.

Me crucé de brazos para no golpear algo. Zayden, a mi derecha, no apartaba la vi...

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