El jardín del engaño. Capítulo 31. Bajo la mira.

Samir

Ante su pregunta, me quedé de pie, con las manos en los bolsillos, observándola. Por dentro, la respuesta me ardía en la lengua. Sí, estamos casados. Sí, Sandy jugó sucio y voy a destrozar su mentira. Pero decirlo ahora, aquí, podría arruinar todo.

El consejo de León resonaba en mi cabeza...

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