El jardín del engaño. Capítulo 38. Resiste, solo un poco más.

Samir

El tiempo se detuvo en el instante en que la escuché gemir. Ese sonido rasgado, profundo, cargado de dolor que vino después del ruido del disparo.

Mi corazón dejó de latir un segundo, convencido de lo peor. Vi a Rosemary caer de rodillas, doblada sobre sí misma, sus manos protegiendo su v...

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