El jardín del engaño. Capítulo 39. Contracciones.

Samir

El trayecto hasta el hospital fue un borrón. Apenas recuerdo los semáforos, y el ulular de las sirenas que se abrían paso en la carretera. Lo único que permanecía nítido en mi mente era el rostro de Rosemary, recostada en mi regazo, gimiendo con cada contracción que desgarraba su cuerpo. ...

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