El jardín del engaño. Capítulo 44. Celebrando a Samira.

Rosemary

Un año.

Había pasado un año desde que tuve a Samira en mis brazos por primera vez, tan pequeña y frágil que me daba miedo, incluso respirar demasiado fuerte por si la lastimaba. Un año desde que sentí su calorcito sobre mi pecho, desde que escuché ese primer llanto que cambió mi vid...

Inicia sesión y continúa leyendo