La brillante y apasionada esposa del CEO: Dulce devoción

En el bar S1897, había varias botellas de vino tinto vacías junto a Cassie Brooks, pero ella seguía bebiendo.

Cuando Laura Miller llegó apresuradamente, escuchó a Cassie gritándole al camarero que trajera más vino.

Se sintió angustiada al ver a Cassie así, así que le agarró la mano temblorosa y le dijo:

—¿Dónde está Arthur Lewis? ¿Es que no le importas?

Cassie apartó la mano de Laura, presionándola contra su pecho, y dijo con amargura:

—No hables de él. Se va a comprometer con Olivia Brooks.

Laura se quedó atónita, incapaz de creerlo. Arthur y Cassie habían crecido juntos desde niños y expresaron sus sentimientos el uno por el otro en la preparatoria.

Entendía por qué Cassie estaba tan destrozada y preguntó suavemente:

—¿Qué pasó exactamente? ¿Podría ser un malentendido?

Cassie forzó una sonrisa, deseando también que fuera solo un malentendido.

Cuando regresó de un viaje de negocios por la tarde, vio a su hermana perdida hace mucho tiempo, Olivia, sosteniendo de la mano íntimamente a su novio Arthur en el sofá mientras sus padres estaban sentados al otro lado, charlando alegremente.

Se acercó para preguntarles confundida y fue recibida con una bofetada de su madre, Helen Brooks, sin dudarlo.

Olivia, con voz suave, trató de persuadirla.

Sin embargo, fue Arthur quien la derrotó por completo.

—Quizás es mi culpa. Siempre traté a Cassie como a mi hermana; tal vez por eso ella malinterpretó.

¿Le haría promesas de un futuro juntos si la viera como a su hermana?

¿La sostendría y nunca la dejaría ir si la viera como a su hermana?

Helen la reprendió con desaprobación:

—Olivia ha sufrido durante veinte años. ¿No puedes ser más comprensiva?

¿Ser comprensiva? ¿Significaba eso que debía renunciar al que ama, haciendo que su amor no tuviera sentido?

Robert Brooks también la reprendió, diciéndole que estaba armando un escándalo, que Arthur no la quería en absoluto, e incluso discutió la ceremonia de compromiso de Olivia, diciéndole que se fuera.

Cassie temblaba de ira, mirando a Arthur indiferente y a Olivia a su lado.

De repente, sintió que era una tonta. Estas eran las personas que más le importaban, y ahora todos la rechazaban.

Se fue con su equipaje enojada y nunca miró atrás.

Conduciendo sin rumbo por las calles, las lágrimas nublaban su visión. Sentía que ya no había lugar para ella en ese hogar, entonces eligió llamar a Laura.

Todos sabían sobre la relación de Arthur y Cassie, y se suponía que eventualmente se casarían. Sin embargo, debido a que Cassie estudiaba en el extranjero y Arthur estaba ocupado con el trabajo, no lo habían oficializado. Pero ahora, Arthur estaba comprometido con Olivia, convirtiendo a Cassie en el hazmerreír. Robert y Helen se pusieron del lado de Olivia.

Solo porque Olivia había sufrido mucho, querían darle lo mejor. Ella era la única en sus corazones ahora.

Laura no podía creerlo.

—¡Pero tú también eres su hija! No pueden simplemente compensarla así.

Arthur le prometió una vida juntos, pero ahora había encontrado un nuevo amor.

Pensando más, Cassie se atragantó, tomó la botella de vino para beber varios sorbos, como si quisiera tragarse sus lágrimas.

—No es tu culpa. ¿Por qué tienes que hacerte esto a ti misma? —Laura le quitó la botella.

—Hay aún numerosos buenos hombres en el mundo. Si él cambia de opinión, es su pérdida —Laura consoló a Cassie continuamente.

Se decía que la manera más efectiva de olvidar un amor pasado era sumergirse en uno nuevo.

Poco después, Laura buscó en el bar y realmente vio una figura familiar.

Le dio un codazo a Cassie y señaló a Joseph Hernández sentado en la esquina.

La iluminación era tenue en esa área, pero Joseph podía verse vagamente en su traje, con los ojos cerrados, recostado en el sofá, irradiando un aire distinguido. Ocasionalmente, un rayo de luz pasaba, destacando su perfil perfecto y rasgos distintivos.

Cassie levantó la cabeza de mala gana y entrecerró los ojos.

—¿Crees que estoy de humor para apreciar a un hombre guapo ahora?

—Es el tío de Arthur —dijo Laura.

Cassie se sorprendió, sacudiendo la cabeza y tratando de abrir más los ojos.

—¿Estás segura?

Había escuchado a Arthur mencionar a su misterioso tío, que había estado manejando una empresa en el extranjero.

Y había oído recientemente que el tío de Arthur había regresado, pero no había tenido la oportunidad de conocerlo.

Laura dijo:

—La última vez que asistí a una fiesta con Elliott, me lo señaló. Definitivamente es él. No te dejes engañar por su juventud, es bastante formidable. Incluso George Lewis tiene que mostrarle respeto.

Elliott era su hermano.

George era el padre de Arthur.

Cassie reflexionó por un momento, luego miró hacia arriba emocionada.

—¿Y si me caso con él?