CAPÍTULO 23: LA GRIETA EN LA ARMADURA

Valeria

Despierto con la luz filtrándose entre las cortinas. Adrián duerme a mi lado con el puñito cerrado sobre su mejilla, el cabello despeinado y esa paz que solo tienen los niños cuando están seguros. Me quedo observándolo unos segundos, aunque por dentro aun siento el corazón alterado por lo q...

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