CAPÍTULO 24: EL BESO DETRÁS DEL CRISTAL

Killian

No ha pasado un día completo desde que cometí la estupidez de tocarla, pero ya me irrita esta sensación. No es culpa de ella, lo sé; es mía, por haberme permitido un desliz que ni siquiera entiendo, por dejar que su cercanía me afecte como no debería. Me enterré en papeles desde que amaneci...

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