Capítulo 5 CAPÍTULO 5: LA CHIQUILLA Y LA BALA

Alexander

No duermo esta noche. El reloj marca las tres y el sonido de la tormenta ya se ha desvanecido. Aun así, mi cabeza no se apaga. Cada vez que cierro los ojos veo el rostro de esa muchacha… Ariane.

La forma en que me miraba cuando entró en la habitación, el temblor de sus manos. El modo en ...

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