Una broma del destino

El ascensor tan pulido como un espejo, ascendía lentamente por el corazón del Hotel Ritz de París. Fernando Valderrey, el CEO de una multinacional tecnológica musical y, actualmente, con miles de situaciones en su mente, se ajustó el cuello de la camisa, siempre con la mandíbula firme y sus ojos, es...

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