Capítulo 49 49

—Voy a…—sus brazos la envolvían desde el mismo momento en que ella lo pidió, sin soltarla ni un solo segundo— a ponerme el pijama. ¿Me dejas?

—No puedo soltarte, Chiara—masculló.

—No iré a ningún lado.

—Pero tengo miedo de que me muerdas. Por eso no te puedo soltar.

—No dormiré con ropa, tú tendrás ...

Inicia sesión y continúa leyendo