Capítulo 25

El pánico me atravesó. No podía dejar que me encontrara así, no podía dejar que escuchara lo que estaba saliendo de este teléfono.

Con dedos temblorosos, terminé la llamada y me limpié frenéticamente las lágrimas, tratando de recomponerme antes de que llegara a la puerta del balcón.

—Estoy bien, a...

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