Capítulo 47

Orion

Me senté en el semáforo en rojo, aún agarrando el volante con tanta fuerza que dejaba marcas, viendo cómo ese irritante convertible verde menta desaparecía en el tráfico de Manhattan. Toda la situación era absurda—ser superado por un maldito Mini Cooper mientras conducía un coche que costaba ...

Inicia sesión y continúa leyendo