Solo en casa

La lluvia había cesado en algún momento del atardecer, dejando los cristales de las ventanas del salón rayados y nublados. Valentina estaba acurrucada en el sillón, hojeando perezosamente los mensajes en su teléfono cuando el suave timbre de la puerta la sacó de la pantalla.

Camila estaba al otro l...

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