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Los barracones del Ala Este olían a sudor, tierra y piedra mojada. Pero para algo que no era un dormitorio propiamente dicho, era mejor de lo que ella esperaba.

Blakely había imaginado algo más rústico cuando le dijeron a dónde ir—camas apretadas, paredes descascaradas, tal vez pisos fríos y tuberí...

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