Capítulo 174

—Veinticuatro horas —anunció una voz electrónica, procesada y ronca—. Si no recibimos el dinero, su Prometeo, junto con este barco, alimentará a los peces en el fondo del mar.

El video terminó abruptamente.

—¡Están locos! ¿Han perdido la cabeza? —Elisa temblaba de ira, su rostro pálido—. ¿Quinient...

Inicia sesión y continúa leyendo