Capítulo 62

Una lágrima perfectamente sincronizada se deslizó desde la esquina del ojo de Leila, recorriendo su pálida y delicada mejilla.

—Entiendo que existe competencia entre colegas —dijo, con la voz temblorosa lo suficiente.

—Es natural que Diana se sienta inquieta al ver nuestros resultados. ¡Pero me ni...

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