44.

Caleb (hijo de Malcolm)

—Eso fue increíble —murmuró mi compañera en mi oído.

La sostuve firmemente contra mi cuerpo, observando cómo la sábana que la cubría se movía ligeramente con el movimiento. Su piel suave y bronceada me llamaba a tocarla, lo que me traía una sensación de placer en algo t...

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